La sociedad actual dicta cánones de belleza que
martirizan a la mujer, bajan su autoestima y le causan una serie de
frustraciones
Existen millones de dietas en el
mundo y te ofrecen millones de resultados
diferentes. Las dietas y la obsesión por adelgazar es cada vez más
frecuente en nuestros días; en ésta obsesión juegan un papel muy importante los
medios de comunicación, ya que sólo nos muestran mujeres de tales medidas,
determinados rasgos físicos y nos hacen ver que esas son las mujeres perfectas,
el ideal que hay que seguir, la talla que hay que lograr.
El resultado es millones de mujeres
sometidas a múltiples sistemas de adelgazamiento y
embellecimiento que no sólo es para realzar la feminidad sino que va acompañado
de un componente obsesivo por tener determinada talla y seguir el modelo
establecido. Lo que comienza por un par de kilos puede llegar a ser un
auténtico trastorno y pasar a vivir por y para nuestra dieta y delgadez; no
necesariamente tenemos que caer en trastornos alimenticios cómo la bulimia o la
anorexia, sino que en ocasiones es tanta la obsesión por adelgazar que una vez
conseguido el objetivo que nos proponemos vivimos todo el tiempo fijándonos en
qué comemos, la cantidad, las Kcal que contienen los alimentos, etc. Todo esto
genera trastornos
psicológicos que puede llegar a producir una obsesión por adelgazar.
Si te
sientes atrapada en este mundo de apariencias físicas y quieres salir de
él sin perder el estilo y la salud, reflexiona sobre lo siguiente:
- Todos los organismos son diferentes.
Algunas tallas son buenas para unas mujeres y perjudiciales para otras.
Lo importante no es el peso sino la salud.
- No te centres en las tallas. A
medida que pasan los años es normal que el organismo femenino por razones
maternales, hormonales o sencillamente de estilo de vida, gane unas cuantas.
No pretendas usar a los 35 lo que usabas a los 20. Más bien intenta
mantenerte saludable y no ingieras alimentos de calorías vacías, es decir que
engordan pero no nutren.
- Las dietas
milagro son muy peligrosas porque te llevan a perder peso y tal vez dejas de consumir nutrientes
necesarios. De ahí la sensación de debilidad con algunos regímenes
alimenticios.
- El cerebro
consume muchas calorías para poder cumplir con las funciones que
realiza por tanto, suprimir las sustancias necesarias puede acarrear
depresiones, fatiga mental, falta de coordinación e inclusive problemas de
sueño.
- La alimentación que es buena para una
persona y le permite mantenerse en su peso salud, no es, necesariamente, buena
para otras. De esta forma es importante que cada organismo tenga su
sistema alimenticio bien estructurado por un especialista que le permita tener
energía y vitalidad.
- El deporte
es de vital
importancia para que el cuerpo esté sano y vigoroso. Aunque sea la
caminata representa una buen hábito.
- Si
sientes que estás huyendo a todos los alimentos o que constantemente estás
pensando en lo que engorda, visita un nutrióloga que te ayude a equilibrar
sanamente esta obsesión ya que puede convertirse en anorexia.
- Muchas
dietas son mentiras y sólo buscan ganar dinero. No te dejes
influenciar por desconocidos. Siempre busca profesionales.
-Un buen
peso y una buena salud están determinados por el buen
funcionamiento que nuestro cuerpo tiene para poder cumplir con sus actividades
diarias. La dieta equilibrada y ajustada, en cantidades, a cada persona
es lo que puede tener mejores resultados.
La verdadera belleza
La belleza es mucho más que un rostro bonito y un cuerpo
perfecto.
“La mujer se debe querer
tal como es, aceptar las partes menos hermosas de su físico y valorar y
potenciar rasgos del carácter como la alegría, la generosidad, el sentido del
humor, la paciencia, la bondad o la dignidad. Se debe huir de los estereotipos
y quererse más. Es la fórmula para ser feliz” doctora Susie Orbach, profesora
de la London School of Economics.
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